Día 4 y 5: Desayunar en Baires, cenar en Atenas
Temprano nos pasaron a buscar mis viejos por el hotel y a las nueve nos dejaron en Ezeiza. Ni pasamos por el mostrador de Iberia, porque ya teníamos hecho en web check in y no despachábamos valijas (como nuestro vuelo no lo permitía, habíamos comprado unas mochilas ad-hoc de 10 kilos con las medidas de carry on). Así que nos fuimos directo al Salón Centurión y ahí esperamos hasta las 10 que era nuestro embarque.
El avión salió unos minutos retrasado y se movió bastante, por lo que dormimos poco y mal, pero, nobleza obliga, la comida estuvo rica, una cena de pastas, un sanguchito más tarde y después el desayuno. Llegamos a Madrid a las seis de la mañana de España. Casi cinco horas después, salió el avión a Atenas. Llegamos a Grecia, la cuna de la cultura, a las 15 horas y a las 17 ya estábamos entrando al departamento después de tomarnos el subte hasta la Plaza Sintagma.
No queríamos perder ni un minuto de nuestros dos días en Atenas, así que a las 18:15 arrancamos un free tour de Civitatis.
Siempre tratamos de tomar uno de estos tour en castellano cuando llegamosa una ciudad que no conocemos, porque te dan un pantallazo general, no sólo de los sitios a visitar, sino también de la cultura local, la idiosincrasia local y hasta de tips dónde comer o comprar o por dónde no caminar. Y Dimitri no sólo no defraudó, sino que fue uno de los mejores guías que tuvimos en nuestros viajes, Por más de tres horas recorrimos todos los principales puntos turísticos, desde la Catedral hasta la Puerta de Adriano, pasando por el Parlamento con su cambio de guardia, los barrios Plaka y Monesteraki, todo acompañado de los mejores consejos de cómo vivir Atenas al máximo. Super recomendable.
Terminamos comiendo una selección de platos griegos en un lugar hermoso del barrio de Plaka. No me pregunten el nombre, nunca más lo pudimos encontrar a ese lugar por el laberinto que son esas callecitas.
Comentarios
Publicar un comentario